El herpes, es una infección viral que actualmente refleja una gran cantidad de casos en todo el mundo, tanto sintomáticos como asintomáticos, es decir que no muestran ningún signo clínico, pero estos últimos se muestran en un bajo porcentaje.
Este agente viral tiene dos variantes específicas, que son el HSV tipo 1 y el HSV tipo 2, a los cuales pertenecen el tipo 1 de aparición oral o bucal y el tipo 2, representado como el herpes genital. Por ser una de las infecciones de transmisión sexual más frecuentes en todas las edades, que afecta tanto la piel como algunas mucosas es que es importante saber cómo puedes reconocer el herpes genital de forma simple y rápida.
Se sabe que esta infección, por ser viral se implanta en el ADN y dura toda la vida, con la particularidad de que tiene periodos de activación, dados generalmente, en situaciones de estrés, deficiencia vitamínica, deficiencia nutricional, entre otras condiciones.
¿Cómo empezar a identificar una lesión por herpes simple? Reconocer el herpes genital.
Si sospechas que puedes estar frente a un cuadro de herpes virus, presta atención primeramente a los síntomas físicos, pues las lesiones más que locales pueden generar molestias generales, tal y como si se tratara de una virosis común, con dolor de cabeza, fiebre, cansancio y sobre todo inflamación de algún ganglio linfático en la zona genital, esto significa que tu cuerpo está respondiendo para tratar de combatir la infección.
También, al ser el afectado debes estar atento al aspecto de la piel, verificar si has tenido brote de herpes ampollas, que son los primeros cambios que se dan a nivel de la piel o de las mucosas. Este tipo de lesiones, se caracterizan y se relacionan con el herpes simplex porque pican y arden excesivamente a modo de pinchazos.
Con el paso de las horas, las ampollas en el área genital van cambiando su textura hasta exponerse y botar el líquido que contenían dentro de las vesículas, el líquido que se expide de ellas es de color miel con estrías de sangre y es la etapa en la que el ardor del herpes genital se intensifica sobre todo si las lesiones quedan en contacto con la superficie de la ropa interior o el roce al caminar.
En el herpes simple, por tratarse de una infección viral que tiene una curación autolimitada, es importante que empieces a anotar los cambios que indiquen mejoría, en qué tiempo se da y si es con el uso o no de medicamentos específicos.
También puedes saber cuándo la lesión empieza a ceder.
Con los días, verás que la lesión donde estaban las vesículas y las ampollas, comenzarán a transformarse en una costra, en la que días después la piel erosionada será reemplazada por una nueva, sin ninguna irritación. Cada infección tendrá una duración que dependerá de la gravedad del brote, sabiendo que el primer brote es el más sintomático, el que produce mayores molestias, a diferencia de los episodios sucesivos.
Los síntomas fuertes tanto generales, como en la piel o mucosa afectada, son indicativos de que se trata de uno de los primeros brotes, los cuales además de ser graves, tienen una duración que se prolonga entre las 2 y las 6 semanas, mientras que aquellos brotes que se dan después, suelen durar aproximadamente una semana, siempre que no se trate de un paciente inmunocomprometido, es decir, un paciente con una enfermedad importante como HIV.
Para confirmar que se trata de un herpes 2, puedes acudir al médico, el cual te solicitará pruebas especiales como PCR o reacción en cadena de polimerasa, donde se identifica la vida de este virus dentro de tu ADN.
Importante: Recuerda que al ser herpes genital o herpes 2, no solo afecta directamente los genitales, sino que también pueden aparecer en las zonas adyacentes, como el herpes ano y en los pliegues de la ingle.