El herpes en el cuerpo es médicamente conocido como virus del herpes zóster y puede afectar tanto a niños como a adultos, aunque en los primeros suele ser muy infrecuente, pues generalmente se presentan en individuos que han cursado previamente con otros serotipos de herpesvirus, como la varicela.
Este virus se relaciona directamente con una erupción presentada directamente en la piel pero con la característica que sigue la línea de los nervios y en la mayoría de los casos, son los nervios intercostales los más afectados y donde comienza la erupción de las vesículas.
Normalmente, los adolescentes pueden en cualquier momento desarrollar episodios de herpes en el cuerpo o herpes zóster leves sin causar mayor sintomatología, pero cuando el cuadro se presenta en personas de más edad, la afección se va presentando con más dolor, comezón y el resto de los síntomas asociados.
En principio, el herpesvirus va apareciendo como herpes en la espalda mediante una gran franja de piel eritematosa o irritada, aparte de lesiones tipo ampollas en una región del lado del pecho e incluso solo de la espalda, pero con el recorrido del virus por toda la piel, en última instancia llega a afectar la cara y muy cerca de los ojos, por lo cual hay que tener la máxima protección y tratamiento antiviral, tratando de disminuir no solo las molestias, sino también las complicaciones que una simple infección viral puede llegar a conducir.
Se sabe que el virus del herpes simple es altamente contagiosa hasta en el mínimo contacto directo con las lesiones, de modo que se considera un serotipo agravado de la varicela común.
El tiempo de curación estimado del herpes zóster en la persona afectada se estima comúnmente en un mes, conociendo que al ser un virus, tiene un tiempo de vida autolimitado y que desaparecerá espontáneamente sin tratamiento, pero si se asocia a la infección un tratamiento antiviral para herpes simplex, el período de enfermedad se acortará, disminuyendo considerablemente cada una de las molestias características.
Lo que causa el herpes en el cuerpo
El herpes zóster es provocado por el contacto previo con el virus de la varicela, familia directa del herpes simple. Lo importante en el desenlace de este virus, es que este va permaneciendo directamente en el sistema nervioso de la persona infectada y quedará allí en el resto de su vida, puesto que no tiene una cura definitiva.
No obstante, a pesar de estar ahí latente en muy pocos casos la infección reaparece, pero es un evento que sin duda, puede ocurrir, como sucede con aquellas situaciones como el herpes labial o el herpes tipo 2 que tienen sus recurrencias.
El herpes en el cuerpo al presentarse en personas con mayor edad o con el sistema inmune un poco lesionado, dejando así muchas más complicaciones y secuelas a causa del herpesvirus, incluso después de meses o años.
Signos que te ayudan a saber si se trata de herpes zóster
Los signos clásicos de este tipo de varicela, son las lesiones de herpes en la espalda, acompañadas de hormigueo, comezón e inclusive mucho dolor de tipo punzadas en cada una de las vesículas que siguen el trayecto nervioso en el lado del pecho afectado.
El zarpullido dado por el herpesvirus se inicia con el enrojecimiento para evolucionar a vesículas, que posteriormente se exponen y es su etapa más dolorosa en la que quedan a modo de úlceras y en el último momento se van secando hasta finalizar como costras y desaparecer sin dejar ningún tipo de cicatriz ni marca en la zona.
¿Qué complicaciones puede traer la infección por herpes zóster?
Una gran cantidad de complicaciones pueden llevarse a cabo por una infección por varicela zóster mal tratada, dentro de las cuales se incluyen:
- Dolor marcado y muy intenso, la popular neuralgia post herpética
- Alteraciones parciales o totales de la vista
- Infecciones de piel y partes blandas tras las costras del herpes en la espalda
- Patologías del sistema nervioso por compromiso herpético
Estas son las complicaciones más frecuentes que pueden presentarse en el lapso posterior o durante la infección por herpes zóster, teniendo que tratarlos con antivirales de mayor potencia y evitar así la alta complejidad a futuro.